
Alfredo Vanín Romero (1950- )
Nació en Río Saija, Cauca, Colombia, 1950. En poesía ha publicado, entre otras: Cimarrón en la lluvia (Centro de Publicaciones del Pacífico, Cali, 1991); Islario (Ediciones Pájaro del Agua, Cali, 1998); Desarbolados (Universidad del Valle, Colección Escala de Jacob, Cali, 2004); Jornadas del tahúr (Hoyos Editores, Manizales, 2005); Obra poética (Ministerio de Cultura, 2010). En narrativa: Viajes por la tierra y el cielo (relatos, coautor con Nina S. de Friedemann), Editorial Planeta, Bogotá, 1994; El tapiz de la hidra (relatos, Facultad de Humanidades, U. del Valle, Cali, 2003); Otro naufragio para Julio (novela, 2ª Edición, Ediciones Pájaro del Agua; Historias para reír o sorprenderse (Panamericana Editores, 2005); Los restos del vellocino de oro (Hoyos Editores, Manizales, 2008). Ha sido condecorado por el Congreso de Colombianistas y la Secretaría Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá, invitado al Festival Internacional de Poesía de Medellín y el Festival Internacional de Poesía de La Habana, a la Feria del Libro de Guadalajara 2007 y al Festival del Imaginario de París 2008.
El poeta, etnólogo y escritor Alfredo Vanín nace a orillas del río Saija, cerca de Guapi, en 1950. A los catorce años de edad mostró sus dotes poéticas con la escritura de una poesía que él mismo llama amorosa, y que fue recogida en su primer libro de poemas titulado Alegando que Vivo en 1967. El maravilloso entorno de su infancia va plagar toda su obra de una complicada cosmovisión entre afro-descendiente, hispánico e indígena que aparece en sus poemas trenzada como en un laberinto. El estudio de la literatura y la antropología le va a aportar a su bagaje la mitología griega, y la encontraremos en gran parte de su obra creativa siempre en referencia al mar. Entre historias de tundas y sirenas, de antepasados aherrojados y de buscadores de oro y de esperanzas que corresponden a símbolos de esas diferentes culturas, Alfredo Vanín reconstruye el Pacífico Colombiano. En sus poemarios, la naturaleza, el mar, los golfos, los acantilados, los arrecifes, el mangle se convierten en vehículos metafóricos del erotismo y de esa poderosa voluntad de rebeldía y confrontación constante con el statu quo que puede verse mucho mejor reflejada en sus novelas. La obra de Alfredo Vanín puede leerse como un diálogo de culturas muy diversas que han convergido y se han trenzado y han fundado un nuevo universo amalgamado, capaz de dar cuenta de una realidad mucho más compleja, es decir, mucha más heterogénea.
En la literatura del Valle del Cauca, hacía falta un escritor que hiciera relatos sobre la vida de Buenaventura, capital del Pacífico Colombiano. Su obra narrativa es urbana, y está claramente relacionada con Virginia Wolf, James Joyce y Marcel Proust. La memoria es la motivación principal de cada una de las dos obras, y en su aún muy reciente novela, la memoria se configura en el tropo que da estructura a la narración. En Los Restos del Vellocino de Oro (2008) el narrador busca por las calles angostas, maltrechas y oscuras de la periferia de su ciudad al último de un linaje de rebeldes que había conseguido no doblegarse ante la presión del Estado; busca en los lugares invisibles la última pieza viva del rompecabezas de su génesis, cuando la rebeldía los había unido. Ésa búsqueda por la ciudad desencadena también un recorrido por los callejones de sus recuerdos, minas que se encuentran de repente con la realidad y le hacen avanzar en su peripecia, hasta que ésa singladura improvisada lo lleva, al fin, al lugar del encuentro con el fugitivo Santiago. Santiago ha huido por años de los asesinos del Estado y ahora, acorralado, está a punto de salir para siempre de Buenaventura. Su lucha por la justicia social, que es al fin y al cabo parte de la lucha por la libertad, se había convertido en los últimos años en su propia cárcel, aislado, disfrazándose de él mismo para que los asesinos no lo encontraran, y ya se estaba ahogando. El deseo de conservar esa memoria con vida no es un artificio literario, sino que es parte de la concepción histórica de una cultura, para quienes las prácticas orales no son simple “tradición popular”, son el registro de sus experiencias colectivas en un lenguaje que les es propio.
Aparte de la cepa cultural del pacífico, Alfredo Vanín habla del cimarronaje y lo actualiza. En Los Restos del Vellocinio de Oro (2008) la lucha por la libertad se refleja incluso en el erotismo de Telma y el narrador, quienes trazan recorridos urbanos e improvisan encuentros en las encrucijadas de su ciudad. Los dos buscan encontrarse en libertad con el otro, sin singladuras, sin planes preestablecidos, para no traicionar los más profundos anhelos que desde niños han cultivado. La historia de Buenaventura ha sido una historia de infamias ignoradas por el resto del país. Sus calles hierven de luchas clandestinas que son sofocadas por las oscuras fuerzas que ahí anidan. Cómo no sospechar que el puerto colombiano más importante del pacífico se esté hundiendo en sangre. Por fin, un escritor introduce a Buenaventura en el ámbito literario e intenta contar lo que nadie antes ha contado, lo que en todos los demás medios se ignora o se calla. En su poesía, el erotismo también ocupa un lugar determinante, y está atravesado por esa fuerza indestructible de la libertad, que él se encarga de exaltar como un asunto épico.
Su obra lírica está atravesada por la idea de César Vallejo de encontrar un lenguaje poético propio. Es por ello que de ella, y del resto de su obra, no se puede hablar en términos de oralidad pura, por ejemplo, sino de una amalgama pesada y medida minuciosamente por él, y que dio por fin a luz en 1990 con su poemario Cimarrón en la lluvia, la cual es para el autor la obra que revela su arte poética. En Islario (1998), Desarbolados (2004) y Jornadas del Tahúr (2005) revela una nueva dimensión del hombre, apoyándose en ángulos más universales, tales como los relatos míticos recurrentes en diversas culturas de todo el globo, o que son compartidas por el fenómeno de sincretismo, característico de la zona pacífica de Colombia. Cimarrón en la Lluvia ha sido estudiada por Stella Vidal, quien ha dicho que se trata de una poesía sin anécdota. Alfredo Vanín ha sido también invitado en dos ocasiones al Festival de Poesía de Medellín, en 1999 y en 2001.
Como etnólogo, es considerado por muchos como el más apasionado y comprometido representante de la causa afro-colombiana del pacífico. En torno a este tema ha elaborado en compañía de otros grandes investigadores cuatro obras de etnología. El primero con Álvaro Pedrasa, La vertiente afro-pacífico de la tradición oral (1986); el segundo con Nina de Friedemann, La magia y leyenda en el chocó (1995), el tercero y el cuarto son dos recopilaciones de relatos orales llamados El príncipe Tulicio (1986) y Relatos de mar y selva (1993). Cabe destacar que estos trabajos le han merecido la atención de investigadores internacionales y ha sido invitado al Festival del Imaginario, Casa de la Cultura del Mundo, en Francia durante el 2008 y la Feria del Libro de Guadalajara en 2007, en que leyó su texto de prosa poética Ariadna. Entre el 2002 y el 2006, Alfredo estuvo dedicado a desempolvar los documentos de sus trabajos con CINARA (Instituto de Investigación y Desarrollo en Abastecimiento de Agua, Saneamiento Ambiental y conservación del recurso Hídrico), con quienes ha trabajado directamente en varias comunidades marginales de toda índole, en proyectos de conservación de la biodiversidad o de organización comunitaria con el fin de escribir dos guiones documentales sobre los resultados a largo plazo de estos trabajos. Los dos fueron presentados en México y Estocolmo. Este trabajo ha sido parte de su vida siempre, pues desde el comienzo se dio cuenta de la indiferencia con que los gobiernos colombianos han mirado a la mayoría de poblaciones campesinas y étnicas.
Alfredo Vanín vive actualmente en Cali, y es miembro tallerista del proyecto RENATA.
Novela
Otro naufragio para Julio. Imprenta Departamental del Valle, Cali. (Edición 2004). 1983
Los restos del vellocino de oro.Hoyos Editores, Manizales. 2008
Un día de vuelta. Imprenta Departamental del Valle, Cali. 2012.
Cuento
Cesta de recuerdos y otros cuentos. Primer concurso de Cuentos para Autores Caucanos y Residentes. 1976
El tapiz de la hidra. Facultad de Humanidades, Universidad del Valle, Cali. 2002
Historias para reír o sorprenderse. Panamericana Editores. 2005
Última piel. Colección el Solar. Escuela de Estudios Literarios de la Universidad del Valle, Cali. 2012
Poesía
Alegando que vivo. Popayán. 1967
Cimarrón en la lluvia. Centro de Publicaciones del Pacífico, Cali. 1991
Islario. Ediciones Pájaro del Agua, Cali. 1998
Desarbolados.Universidad del Valle, Colección Escala de Jacob, Cali. 2004
Jornadas del tahúr. Hoyos Editores, Manizales. 2005

Alegando que vivo (Poesía)
Primera edición
Popayán, 1967

Cesta de recuerdos y otros cuentos (Cuentos)
Primer concurso de Cuentos para Autores Caucanos y Residentes
1976

Otro naufragio para Julio (Novela)
Primera edición
1983
Portada: Imprenta Departamental del Valle
Cali, Edición 2004

“La vertiente afro-Pacífico de la tradición oral” (Trabajo etnográfico)
Primera edición
1986

El príncipe Tulicio. Cinco relatos orales del litoral(Antología)
Centro de Publicaciones del Pacífico
Primera edición
Cali, 1986

El Chocó magia y Leyenda (Antología)
Editorial Arco
Primera edición
Bogotá, 1991

Cimarrón en la lluvia (Poesía)
Primera edición
Cali, 1991
La obra poética de Vanín se desarrolla en aquellos parajes olvidados de nuestra geografía. Las plantas, los animales, el mar y su incontenible cause, son los elementos que el autor retrata con soberana elegancia.

Relatos de mar y selva (Antología)
Colcultura
Primera edición
Bogotá, 1993

“La magia y leyenda en el chocó” con Nina de Friedemann (Trabajo etnográfico)
Editorial Planeta
Primera edición
1995

Islario (Poemas)
Ediciones Pájaro del Agua
Primera edición
Cali, 1998

El tapiz de la hidra (Relatos)
Edición Facultad de Humanidades, Universidad del Valle
Primera edición
Cali, 2002

Desarbolados (Poemas)
Edición Universidad del Valle, Colección Escala de Jacob
Primera edición
Cali, 2004

Jornadas del tahúr (Poesía)
Hoyos Editores
Primera edición
Manizales, 2005
Consciente de que somos la suma de nuestra experiencia, Vanín recurre a aquello que siempre lo ha habitado: el mar, las plantas, los animales. Él es, en suma, todos los paisajes envueltos en las maravillas del olvido.

Historias para reír o sorprenderse (Cuento)
Editorial Panamericana
Primera edición
2005

Los restos del vellocino de oro (Novela)
Hoyos Editores
Primera edición
Manizales, 2008

Palabras Pacíficas mito, historia, tradición oral y literatura en el Pacífico colombiano (Antología)
Edición Fundación Sociedad Regional Portuaria de Buenaventura
2009

Obra poética: Cimarrón en la lluvia y jornadas del tahúr (Poesía)
Biblioteca de Literatura Afrocolombiana
Ministerio de Cultura de Colombia
Primera edición
2010

El día de vuelta (Novela)
Imprenta Departamental del Valle
Primera edición
Cali, 2012

Última piel (Cuentos)
Colección el Solar
Escuela de Estudios Literarios, Universidad del Valle
Cali, 2012
Alfredo Vanín
Poemas de Alfredo Vanin
Publicado por: Revista Arquitrave
Tomado de: Revista Arquitrave, Archivo Revista
Alfredo Vanín
Poemas de Alfredo Vanin
Fecha: Octubre 3 de 2010
Publicado por: Gonzalo T.F.
Tomado de: Blogger
“Sin la presencia étnica afrodescendiente el país hubiera sido otro”, Alfredo Vanín
Por: Cristian Méndez, Jonnathan Riascos, Vanessa Delgado
Fecha: Febrero 1 de 2012
Tomado de: Periódico El País, Entretenimiento, Cultura
Alfredo Vanín, análisis de su obra desde“Alegando que vivo”
Por: Medardo Arias Satizábal
Fecha: Julio 7 de 2012
Tomado de: Nos Topamos Con Narrativa
Memoria africana por el río Guapi
Por: Elizabeth Castillo
Fecha: Mayo 12 de 2013
Tomado de: Periódico El Universal, Suplementos, Dominical
1950
Nace el 29 de noviembre en el hogar de Teodoro Vanín y María Romero, en Saija, población del municipio de Guapi.
1955
Se traslada con su familia al centro municipal de Guapi.
1961
Sale de Guapi, después de haber cursado su primaria en el Colegio San José de Guapi que no contaba con bachillerato en ese tiempo, hacia Facatativá donde termina su educación básica. Durante esta etapa escribe sus primeros poemas amorosos.
1967
Después de pasar una temporada como profesor del mismo colegio en que hizo su primaria, Alfredo Vanín ingresa en la Universidad del Cauca a estudiar Antropología y Literatura, pero sólo cursa los primeros semestres.
1970
Trabaja como rector del Colegio San José de Guapi.
1976
Inicia su larga relación con el trabajo de comunitario y de campo con comunidades de la bajamar de Buenaventura, bajo la dirección de la CVC.
1986
Publica su primer trabajo etnográfico con Álvaro Pedrosa La vertiente afro-Pacífico de la tradición oral y también su recopilación de la tradición oral del pacífico El príncipe Tulicio.
1989
Empieza su larga relación con la Universidad del Valle, con quienes hace un trabajo similar en las comunidades rurales del municipio de Cali.
1990
Sale publicado su primer libro de poemas Cimarrón en la lluvia. Se une a la vida de Vilma Ramírez Bonnet.
1993
Trabaja en un proyecto de las Naciones Unidas en Tumaco, que se conoció con el nombre de “Biopacífico”, cuyo fin era brindarle a los habitantes de las comunidades de la zona asesoría para establecer estrategias comunitarias e institucionales para la conservación de la biodiversidad del pacífico. Recibe el Premio Colcultura Literatura Negra y Raizal.
1995
Publica con Nina Friedemann La magia y la leyenda en el Chocó y su recopilación de narraciones orales Relatos de mar y selva.
1997
Nace su hija María del Mar Vanín Ramírez.
1998
Publica su libro de poemas Islario.
1999
Entre 1999 y el 2002 sigue haciendo asesorías comunitarias en proyectos del CINARA.
2002
Entre el 2002 y el 2006, prepara los guiones para dos documentales que muestran los desarrollos de las comunidades en las que ha trabajado con el CINARA los cuales son presentados en México D.F. y Estocolmo. Recibe una Condecoración del Congreso de colombianistas en Popayán.
2004
Publica su poemario Desarbolados y su primera novela Otro naufragio para Julio.
2005
Publica otro poemario llamado Jornadas del Tahúr.
2006
A partir de este año hasta la fecha, se desempeña como tallerista del proyecto RENATA del Ministerio de Educación.
2008
Pública su novela Los Restos del Vellocino de Oro.
2009
En la celebración de los quince años de creación de la Fundación Sociedad Portuaria Regional de Buenaventura “Fabio Grisales Bejarano”, lanza el libro Palabras Pacíficas (antología) Mito, historia, tradición oral y Literatura del Pacífico Colombiano.
2012
Publica El día de vuelta, ganadora del Premio “Jorge Isaacs” en la categoría de novela.